En una empresa, los accidentes por electrocución pueden ocurrir en cualquier momento, pues todas las instalaciones eléctricas tienen un grado de riesgo para las personas, especialmente cuando no cumplen con las normativas de seguridad o no se realizan mantenimientos y revisiones periódicas.
Este tipo de situaciones pueden causar lesiones graves por quemaduras e incluso poner en riesgo la vida de los trabajadores. Por ello, es necesario que las organizaciones tomen medidas preventivas para proteger su integridad, cuidando los equipos y las instalaciones eléctricas de sobrecargas, rayos, exposición a la electricidad y contactos defectuosos, entre otros factores.