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Proyecto de eficiencia energética para Hospital de Concepción

Cambiar la antigua caldera a carbón del centro asistencial por soluciones eléctricas y a gas natural, no solo permitió alcanzar importantes ahorros económicos, sino que también la sustentabilidad del establecimiento.

La implementación del proyecto tuvo una inversión cercana a los $430 millones, estimando una reducción del consumo energético del Hospital Regional de Concepción de 3.261 MWh/año, estimándose una disminución del gasto de energía de $170 millones en referencia al precio de combustibles previamente utilizados, con lo cual se recupera la inversión inicial en menos de 3 años. Este importante ahorro ha permitido redestinar estos recursos a otras necesidades  relacionadas con la operación del centro asistencial.

El Hospital Regional de Concepción operaba con carbón para generar vapor, agua caliente sanitaria y calefacción, además de gas natural como respaldo. El proceso se realizaba con cargas manuales de carbón y también puntos de operación manual para la configuración,  extrayéndose desde el vapor la energía para calentar el agua, lo que generaba una alta demanda energética.

El proyecto implementado por el equipo de eficiencia energética Enel X,  incorporó la energía eléctrica en la operación, con bombas de calor aerotérmicas para el agua caliente sanitaria, recuperando energía proveniente del medio ambiente. Luego se integraron calderas nuevas de condensación a gas natural para la calefacción y evitar todo el uso de vapor en estos servicios.

Con ello, se logró eliminar el uso del carbón para operar únicamente con electricidad y gas natural, reduciendo el consumo de energía por más de 4GWh al año.

"Gran parte de la operación fue posible digitalizar, y a través de una pantalla táctil se puede monitorear los equipos y observar las temperaturas en línea,  condiciones muy relevantes para la operación".

Gian Franco Patrone
Head of Costumer Insights B2B en Enel X
En la práctica, una gran parte de los servicios que abastecía la antigua caldera que funcionaba en base combustibles fósiles, fue reemplazada por bombas de calor eléctricas y calderas de condensación a GNL, incorporando tecnologías más eficientes y amigables con el medio ambiente. Esta reconversión implicó también que el centro de salud deje de emitir cerca de 2.685 toneladas de CO2 anuales.