En primer lugar, se trituran y se separan los residuos de plomo, por una parte, y los sulfuros por otro en una planta de reciclaje. Durante el proceso se utiliza agua industrial para lavar el plástico de las baterías. Este plástico luego es granulado y transformado en pellete para exportarlo y convertirlo en nuevas baterías.
Posteriormente, el plomo es enviado a una red de dosificadores donde se mezcla con los insumos y se incorporan en el horno de fundición, de esto se obtiene plomo metálico, el que luego es reutilizado para; ser exportado y crear nuevas baterías y para crear ánodos para la minería. Beneficios del reciclaje de baterías:
- Dar una segunda vida a las baterías, reutilizándolas de formas diferentes, pero igualmente eficaces, también conlleva beneficios económicos.
- Convencionalmente, se considera que una batería usada de vehículo eléctrico está al final de su vida útil cuando su capacidad residual cae por debajo del 70-80%. En realidad, esa misma batería puede utilizarse eficazmente en sistemas estacionarios de almacenamiento de energía, tanto para aplicaciones residenciales como comerciales, y para sistemas de mayor tamaño que den servicio a la red.
- El uso eficiente, la reutilización del almacenamiento y el reciclaje de baterías de coche y otros tipos es cada vez más clave, hasta el punto de configurar proyectos específicos de desarrollo tecnológico, catalizar la financiación para su implantación y crear cadenas de producción especializadas en el segmento.