Con el mundo avanzando hacia un futuro más sostenible, la flexibilidad y la resiliencia son las cualidades clave sustentadoras de la red inteligente que impulsará la economía en el porvenir.
La red inteligente y el Internet tienen mucho en común. Ambos son productos de digitalización; ambos están apoyados en la flexibilidad y la resiliencia; y en ambos casos, la resiliencia proviene de la redundancia, la capacidad de una parte de la red para tomar el lugar de otra y asegurarse alcanzar el destino final.
Además, ambos están descentralizados y favorecen la dispersión: Internet se basa en millones de computadoras pequeñas vinculadas entre sí, y la flexibilidad de la red inteligente le permite aprovechar la capacidad de los generadores en los sitios propiedad del cliente, los paneles solares en los tejados, etc., así como la salida de enormes centrales eléctricas.
Los dos son interactivos: en las redes eléctricas tradicionales, los flujos van en una sola dirección, desde el proveedor de energía hasta el consumidor. Por su parte, una red inteligente se define por los flujos que van en ambas direcciones, de la misma manera que los datos transportados por Internet, ya que en este caso va del proveedor de energía al consumidor y del usuario al proveedor de energía.
Estos flujos se guían por un sistema de controles, computadoras y nuevas tecnologías que trabajan juntos para responder rápidamente a las demandas cambiantes hechas en la red.
La resiliencia y la flexibilidad hacen que la red inteligente sea parte integral en la creación de ciudades inteligentes. Las fuentes de energía renovable que están ganando importancia tienen un inconveniente significativo: dependen del clima.
Por ejemplo, en un día inmóvil, los aerogeneradores que podría utilizar una empresa de servicios públicos para satisfacer la demanda máxima no generarán ninguna potencia y su entrada tendrá que ser reemplazada. Así, la red inteligente facilitará la integración de fuentes alternativas, como la electricidad de los hogares y los vehículos eléctricos, y la energía almacenada en la red.