La ciudad no se apaga, simplemente cambia de escenario. Cuando cae la noche, se encienden miles de luminarias que además de alumbrar calles, parques y avenidas: iluminan historias, sueños y encuentros.
Esa luz que acompaña cada paso no surge por casualidad, es el resultado de un trabajo constante y una alianza fundamental entre quienes la operamos y quienes la habitan. En Enel X, día tras día, cuidamos cada detalle del alumbrado público para que la ciudad nunca quede a oscuras.
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