Un elemento importante en el cálculo del consumo de energía de cada edificio público lo representan los sistemas de iluminación internos y externos y, sobre todo, los sistemas térmicos para calefacción y/o refrigeración.
Desde este punto de vista, se pueden poner en práctica varias acciones más o menos complejas para mejorar la eficiencia energética del edificio:
- Sustitución de bombillas tradicionales por luminarias más eficientes, por ejemplo con tecnología LED: con un ahorro del 80% del consumo actual de iluminación.
- Sustitución de sistemas de calefacción/refrigeración por tecnologías sostenibles como bombas de calor eléctricas o de fuentes renovables (por ejemplo, geotérmicas): pueden representar una solución innovadora y sostenible para lograr un ahorro significativo en el consumo de electricidad y garantizar una mejora importante en el confort, en el rendimiento y en la la simplificación de la gestión energética de un edificio.
- Instalación de sistemas de bomba de calor con paneles fotovoltaicos acoplados: garantizaría el máximo ahorro utilizando la energía producida por los paneles en la parte central del día precisamente para el funcionamiento de la bomba de calor, que registra el pico de uso justo en las mismas horas del día.
- Implementación de un sistema integrado de gestión de energía (BMS, Building Management System): representaría una herramienta clave para el energy manager del edificio (o conjunto de edificios) con el fin de optimizar el consumo total de energía, garantizando un nivel de confort adecuado para la ocupación y uso del edificio.