En esta etapa, el modelo que Enel plantea es del tipo “multi-vendedor” abierto, lo que permite que todos los proveedores de energía interesados puedan vender servicios de recarga al cliente y que este pague la recarga efectuada de manera flexible, a través de una aplicación, con tarjeta o en metálico.
El coche eléctrico al servicio de la red
El crecimiento de la movilidad eléctrica está modificando también el papel de los usuarios, al convertirlos, en cierto sentido, en proveedores.
Como ocurrió con las energías renovables, la difusión de las instalaciones de autoproducción ha cambiado la configuración del mercado, creando la figura de los “prosumidores”, esto es, consumidores y productores de electricidad: la energía producida y no consumida confluye en la red de suministro a cambio de una rebaja en la factura eléctrica.
Asimismo, los coches eléctricos, que permanecen aparcados durante una gran parte de su vida útil, pueden ser utilizados como “baterías con ruedas”. Y ¿por qué no utilizarlos para equilibrar y estabilizar la red de suministro, devolviendo a la red la energía acumulada en la batería cuando el coche está estacionado?Para aprovechar esta posibilidad, Enel desarrolló, en colaboración con una startup estadounidense y una empresa automovilística de importancia mundial como Nissan, la tecnología Vehicle-to-Grid (V2G): un sistema de recarga bidireccional que, además de cargar el coche eléctrico puede pasar la energía de la batería a la red, con la posibilidad de realizar un mecanismo de remuneración para los propietarios de los coches cuando estos se conectan a la red y liberan energía.
De la idea, pasamos rápidamente a la experimentación en España, Dinamarca, Alemania y Reino Unido y en 2016 lanzamos nuestro primer Hub comercial V2G en Copenhague.
En Italia, el primer punto de carga V2G se instaló en la sede del Instituto Italiano de Tecnología, en espera de obtener el visto bueno para experimentar esta tecnología también en nuestro país.
Movilidad eléctrica y cambio climático
Favorecer la movilidad eléctrica representa para Enel una estrategia comercial para contribuir de forma concreta al logro de uno de los 17 Objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, concretamente el que se refiere a la lucha contra el cambio climático y la implementación del acuerdo de París (SDG #13).
Los combustibles fósiles utilizados en los transportes son responsables del 23% de las emisiones de CO2 a nivel global (Fuente IEA). Porcentajes que aumentan a la hora de analizar países y regiones con alto grado de urbanización e industrialización: en la UE de 27 Estados, la tasa de contaminación debida al transporte alcanza el 30%, mientras que en Estados Unidos sobrepasa el 34%.
De acuerdo con el estudio reciente “Speeding-up European Electro-Mobility,” realizado por la agencia europea de investigación Transport and Environment, para conseguir la reducción de emisiones antes de 2050 y lograr los objetivos del acuerdo de París, habría que electrificar el 80% del parque automovilístico actual. Lo que quiere decir que antes de 2030 el 50% de los vehículos que circulan en Europa tendrían que ser eléctricos.
“Por tanto – destaca Alberto Piglia, Jefe de e-Mobility de Enel X – hace falta comprender cómo conseguir este objetivo. Y nuestra empresa está trabajando en ello”.